Es increíble como una película que se desarrolla prácticamente en su totalidad dentro de una celda de 3x2 lo puede tener todo. Tensión, drama, acción y además engancha como pocas.
Desde la primera secuencia la peli ya te atrapa con un gran comienzo y luego entra en una narración pausada pero que no deja respiro al espectador en ningún momento y aunque el ritmo es lento no se hace aburrida, de hecho, al terminar te deja con ganas de mas. Incluso hace que se te olvide que la estás viendo en francés. Increíble el poder de absorción que tiene.
La dirección está medida al milímetro llevando hasta el limite cada detalle, la fuga y pensamiento del protagonista destacando en todos los apartados técnicos con cosas como un diseño de sonido bastante cuidado para la época ya que aquí es muy importante el poco ruido que hace el fugado y el mucho que puede hacer el enemigo y viceversa.
De obligado visionado.
TÍTULO ORIGINAL | Un condamné à mort s'est échappé |
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AÑO | 1956 |
DURACIÓN | 99 min. |
PAÍS | |
DIRECTOR | Robert Bresson |
GUIÓN | Robert Bresson (Autobiografía: André Devigny) |
MÚSICA | W.A. Mozart |
FOTOGRAFÍA | Léonce-Henri Burel (B&W) |
REPARTO | François Leterrier, Roland Monod, Charles Le Clainche, Maurice Beerblock, Jacques Ertaud |
PRODUCTORA | Gaumont |
PREMIOS | 1957: Festival de Cannes: Mejor Director 1957: BAFTA: Nominada a mejor película |
GÉNERO | Drama | II Guerra Mundial. Drama carcelario |
SINOPSIS | Abril de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Fontaine, un joven de 27 años miembro de la Resistencia francesa, que lucha contra la ocupación nazi, es arrestado por la Gestapo para ser interrogado. (FILMAFFINITY) |
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